Puesta en escena

Ya no quedan palabras, las manos devanan oraciones insulsas sobre el papel medio rasgado, la tinta se seca con una mueca de asco, la pluma suspendida define la culminación del poeta con su impulso homicida, una mano yace sobre la mesa conectando al autor con su obra, en su totalidad una escena macabra.
La procesión descriptiva se funde sobre si misma no sin cierto placer, siempre al borde del abismo, los ojos extraviados se prenden al nudo que guardas por garganta…primera escena, entra el duelo, nadie llora por las manos.
El café frío y el cigarro a medio consumir dan fe de una realidad postrera, son los informantes de aquel despojo en la cama, un grito se va ahogando desde el fondo trasmutándose en suspiro, la lagrima mira por las ventanas sin caer al piso, niños, por favor, aléjense de las jaulas….segunda escena, entra el pánico, el absurdo le sirve de amante y ambos bailan sobre un ritmo sodomita que tiene algo de sabor a delirio, las orquídeas desaparecen del escenario junto con los platos sucios.
Una sonrisa hipócrita adorna el rostro no menos falso del victimario, un sinfín de lentejuelas caen sobre el piso resplandeciendo, el atormentado pecador abandona el rostro sobre la mesa, la voz junto al fuego extinguido desde hace mucho.
Baja el telón….la audiencia repugnada se atropella por los pasillos, nadie se toca. Los amantes van sujetos para desmentir que son completos extraños. Las sombras ruegan a gritos saber tenerse en pie, amigos, por favor, ignorad tan desatinado interludio.
La paz se estrella contra la ventana, ensangrentado el cristal nos cuestiona. La vergüenza sensata cubre los cuerpos, ya fríos, de la lluvia. Sostén con fuerza los despojos de mi cuna, un dulce reberbetear de caderas tras las copas. El piano va desangrando sinfonías macabras, los violines acuden en agonía a completar el trasfondo.
Tedioso el vals amortaja tanto sangre como lagrima, la frialdad de la boca profanada con un beso. Déjame acallar este sordo silencio, llamar a las cosas por su nombre, no llamarlas en absoluto. Miento, ahora dejo de hacerlo, esta es la geometría absurda de mi lengua, el bastardo que come con ambas manos.
El telón devela un escenario vacío, un monologo para el caído y su verdugo, ambos culpables de pecado, ambos lavándose las manos, no existe un mayor desenlace. La audiencia esta autorizada a caer muerta, vendito tu que serás mi sueldo. El final inconcluso y la burla prefabricada.
¿ y quienes son estos que se creen artistas?
4 Comments:
...Los que "se creen artistas" son ellos mismos... verdaderos artistas y dueños de su propia vida...
Tal como tú, tal como yo. Tal como todo caballero del cuento más tenebroso o celestial. Tal como toda doncella llena de tiernas fantasías o de sádicos anhelos.
Todos nosotros, los artistas de nuestra propia existencia, los forjadores de nuestras propias historias...
Narradores de nuestras vivencias...
Cantautores de nuestra pasión...
Escritores de nuestra candidez...
Alexandra... no es necesario morir para ser un verdadero espectador... es más, nuestras propias historias se van entrelazando -y no me refiero a la tuya y la mía- y las narraciones siempre nos llevan a un punto común. Donde la felicidad limita con el sol, donde el escenario se rebasa de alegría... cuando lo compartes con otro personaje...
Una doncella vestida de negro, va pensando en el vacío de la existencia, desmenuzando silencios en lamentos, mientras camina, sola, lentamente, con pasos que no logran aminorar su intranquilidad, con miradas que no calman su ansiedad. De pronto, aparece una silueta masculina, serena... tranquila... que cabalga lentamente, mirando hacia todos lados. No viste colores. Viste pasiones. No mira con fulgor. Mira con amor. El caballero le extiende la mano a la doncella... y la invita a recorrer los mundos... este, otro y todos los que vengan, juntos y encantados, mientras su corcel se desliza por cada palabra.
Ella, por fin... sonríe. Renace y se enamora, soñadora, fantasiosa. Y se extravía en los ojos de su caballero... que sólo puede mirarla, sin importar qué pueda pasar afuera... Unidos...
Sube el telón. Sube nuevamente. Desnuda los anhelos y desata las tormentas. Que se desencadene la función. Que corran las escenas, que se mueva la fantasía... Que los personajes mezclen sus existencias y compartan lo que tienen, lo que son. Que lloren, padezcan y sufran. El amor, las sonrisas, la alegría, la esperanza... siempre estarán en sus corazones. Latiendo eternamente de felicidad...
Porque un mundo hermoso... no le hace mal a nadie... ¿o sí?
nunca se ha dicho o contrario....pero la realidad insertada brutalmente en la fantasia es incluso asi macabra. nadie dice como vivieron, si pelearon, si continuaron amandose, si tal ves....cenicienta apelo por el divorcio, solo nos contentan con "vivieron felices para siempre"....asi es facil vivir y soñar, pero esto entre nosotros, entre tus palabras y tu silencio, entre mi prosa y mis promesas, entre el mundo y si mismo.....bueno....esto es todo lo que hay
no me gustan: las palabras rebuscadas, los lugares comunes, la frialdad, la intelectualidad trasnochada, el café frío, la cara gastada. fuera de eso el texto no es distinto a los otros... qué pasa? qué hiciste con tu honestidad? en fin.
pd. el texto en mi blog no se trata de nosotras(os). que quede muy claro. no me gusta tampoco la gente que se apropia. no tengo la afición de salir en todos mis textos.
Anonadado. Plop!, como dirán algunos.
Y vivieron felices para siempre es un final tan fome... prefiero vivir el día a día, soportando y superando el dolor acompañado de mi Cenicienta, la realidad suele ser más fuerte que los cuentos, creo que me entiendes...
Se te extraña, suerte en tu prueba y tranquila (te lo aconseja alguien que ya pasó por eso), que aptitudes te sobran.
Me gustaría qte pasearas por mi blog, ahora sí te invito con orgullo a leerme. Me gustó mucho mi última entrada.
Besos, tu fan nº1 =P
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