Angels in America

Se enfría la cama y somos mi cuerpo y el hueco de tu cuerpo enfriándose, sabanas compungidas de tu sudor y mi saliva, del fracturado arco iris de nosotros.
Cae una hora, una pluma, un ángel desnudo a mi lado que se marcha…y esta gravedad que es áspera y tiembla por las rodillas y soy huèrfano de ti redibujando las líneas de tu contorno lumínico, bebo por la memoria lo prohibido, el magenta y el tacón, el tacto de pluma y tu risa de virgen desmentida por la anatomía genital.
Tomo el rostro que guarde junto a la cama y me lo pongo. tras el no existen ya tus alas sobre mi vientre, tu obscenidad de betún policromado, solo un espacio vacío que se enfría, los índices acusadores y el rumor de risas azules, la analgesìa de tu gemido a mi cuello, quedo desnudo nuevamente ante mi mismo, en mi mano tu mano que ya no siente frío, tu paso en mi paso, tus oídos sordos salvo a mi voz.
y todos los cielos son grises, y nosotros mudamos la piel de colores....en la pluma, en el vuelo nocturno y censurado.
Camino por la niebla de la moral adolorido a fuerza de reírme tanto, siento la tirantez de mi abdomen al cantar los himnos, compongo los mismos fonemas, degluto las mismas utopías, caigo por los mismos edificios, mas sueño a colores, duermo con Àngeles.